Rudyard Kipling


Rudyard Kipling nació en Bombay el 30 de diciembre de 1865, y fue un escritor y poeta británico nacido en la India. Kipling fue autor de relatos, cuentos infantiles, novelista y poeta, se le recuerda por sus relatos y poemas sobre los soldados británicos en la India y la defensa del imperialismo occidental, así como por sus cuentos infantiles.

Algunas de sus obras más populares son la colección de relatos The Jungle Book (El libro de la selva, 1894), la novela de espionaje Kim (1901), el relato corto The Man Who Would Be King (El hombre que pudo ser rey, 1888), publicado originalmente en el volumen The Phantom Rickshaw, o los poemas Gunga Din (1892) e If— (traducido al castellano como Si..., 1895). Además varias de sus obras han sido llevadas al cine.

Hay que decir que Kipling fue iniciado en la masonería a los veinte años, en la logia “Esperanza y Perseverancia N 782”.

En su época fue respetado como poeta y se le ofreció el premio nacional de poesía Poet Laureateship en 1895 (poeta laureado) la Order of Merit y el título de Sir de la Order of the British Empire (Caballero de la Orden del Imperio Británico) en tres ocasiones, honores que rechazó. Sin embargo aceptó el Premio Nobel de Literatura de 1907 y fue el ganador del premio Nobel de Literatura más joven hasta la fecha, y el primer escritor británico en recibir este galardón.

Cuando Kipling tenía 6 años su padre lo envió a él y a su hermana menor Trix al hogar social conocido como Lorne Lodge en Inglaterra, para que se educaran allí durante los siguientes 6 años. Ya que no tenía a sus padres cerca, se sentía solo y abandonado, lo cual recordaría como una triste infancia en su autobiografía “Algo de mí mismo”, publicado después de su muerte en 1937. En la primavera de 1877, Alicia Kipling, la madre, volvió de la India y retiró a los niños de Lorne Lodge.

En 1878, ingresa al United Service College, una escuela de Devonshire, creada especialmente con la finalidad de educar a los hijos de aquellos oficiales sin gran pecunio. Durante su tiempo allí, Kipling también conoció a Florencia Garrard, de la cual se enamoró; y en ella se inspiró para el personaje de Maisie en su primera novela, “La luz que se apaga” (1891). Hacia el final de su estancia en la escuela, estaba seguro que carecía de la capacidad intelectual para conseguir una beca en Oxford, y sus padres no contaban con los recursos para financiar sus estudios; por ende su padre le consiguió un empleo en Lahore (Pakistán) donde era el Director de la Colección Nacional de Arte de Lahore y guardia del Museo de Lahore. Kipling fue asistente editor de un pequeño periódico local, La Gaceta Civil y Militar. A este periódico Kipling lo ha llegado a llamar “Mi primer amante y el amor más verdadero”.

Kipling trabajaba mucho y muy duro para el redactor, Stephen Wheeler, pero su necesidad de escribir era imparable. En 1886, él publicó su primera colección de versos, “Cantinelas departamentales”. Ese año también hubo un cambio de redactor, pues asumió el cargo Kay Robinson, quién permitió una mayor libertad creativa, y además solicitaron que Kipling redactara pequeños cuentos, que serían incluidos en el periódico.

Aproximadamente treinta y nueve historias aparecieron en la Gaceta entre noviembre de 1886 y el junio de 1887. Una parte importante de esas historias fueron incluidas en “Cuentos de las colinas”, la primera colección de prosa de Kipling, que fue publicada en Calcuta en enero de 1888, un mes después de que cumpliera los 22 años. En noviembre de 1887, fue transferido a un periódico hermano de la Gaceta, pero más importante: El Pionero.. Pero sus ansias por escribir no fueron saciadas y crecían frenéticamente, y durante el siguiente año publicó seis colecciones de historias cortas: “Tres soldados”, “La historia de Gadsbys”, “En blanco y negro”, “Bajo el Deodar”, “El fantasma Jinrikisha”, y “Wee Willie Winkie”, con un total de 41 cuentos.

El 18 de enero de 1892, a la edad de 26 años, Rudyard contrajo matrimonio con Carrie Balestier (hermana de su difunto amigo Wolcott) de 29 años, en la ciudad de Londres. Los recién casados planearon su luna de miel en Estados Unidos. Pero cuando la pareja llegó a Yokohama, Japón, descubrieron que su banco, The New Oriental Banking Corporation, había quebrado. Asumiendo su parte de la pérdida, volvieron a Vermont, EE.UU.; donde alquilaron una pequeña casa de campo cerca de Brattleboro por diez dólares al mes, con Carrie embarazada de su primer hijo.

En esta cabaña («la cabaña de la dicha»), nació Josephine, la primera hija de la pareja, el 29 de diciembre de 1892 —el cumpleaños de su madre era el 31, y el de Kipling el 30 del mismo mes—. Fue también en esta casita donde “El libro de la selva” vio su primer amanecer.

De regreso a Inglaterra, en septiembre de 1896, Kipling se estableció en la ciudad de Torquay en la costa de Devon. En esta etapa de su vida ya era un hombre famoso, y en los dos o tres años anteriores había estado haciendo cada vez más declaraciones políticas en sus escritos. También había comenzado a trabajar en dos poemas, “Recessional” en 1897, y su obra “La carga del hombre blanco” (1899) que crearía gran controversia al publicarse; siendo considerada propaganda a favor del imperialismo y del Imperio británico. Al año siguiente, la familia se trasladó a Rottingdean, Sussex, donde nació su primer hijo varón, John Kipling.

Rudyard fue un prolífico escritor —nunca fue fácil catalogar su trabajo—. Durante su estancia en Torquay, también escribió “Stalky y Co.”, una colección de historias en las que relata sus experiencias colegiales. Según su familia, Kipling gozaba leyendo en voz alta las historias de “Stalky y Co.” y él mismo se reía a carcajadas de sus propias bromas.

“El poeta del imperio”, como también se lo conocía a Kipling, escribió poesías en apoyo de la causa británica en la guerra de los Bóer, y en su siguiente visita a Sudáfrica, a principios de 1900, colaboró en la creación del periódico militar The Friend (El amigo) para las tropas británicas en Bloemfontein.

En una visita a Estados Unidos en 1899, Kipling y su primogénita Josephine contrajeron pulmonía, de la cual Josephine murió más tarde.

Hacia 1906 Kipling inicia un nuevo tipo de historias, ya que el ambiente era propicio, por los frondosos bosques que rodeaban la casa y el ambiente de tranquilidad que se respiraba. Inicia esta pequeña etapa con el cuento infantil “Puck of Pook's Hill “(Puck de la colina de Pook).

Durante toda su vida, Rudyard Kipling había rechazado todas las condecoraciones que merecidamente había ganado, como la Orden a Caballero (que lo nombraría como Sir Rudyard Kipling), o la Orden al Mérito, que es el mayor honor que se le puede entregar a cualquier súbdito inglés. Otro galardón rechazado por Kipling fue el Poet Laureateship (Premio Nacional de Poesía). Pero en 1907 aceptó, gustosamente, la máxima recompensa que se le puede entregar a un escritor: el Premio Nobel de Literatura, pese al repudio de algunos liberales ingleses.

En 1909, escribe “Acciones y reacciones”; en 1910 “Rewards and Fairies” (Hadas y recompensas) que incluye su poema más famoso, «If». Se dice que Kipling se basó, para escribir este poema, en las cualidades de dos de sus grandes amigos, Cecil Rhodes y Jameson. En colaboración con Elsie Kipling compone una obra de teatro llamada “El centinela del puerto”, que fue estrenada en Londres, pero sólo tuvo unas pocas puestas en escena.

En los inicios de la primera década del siglo XX, Kipling alertó, primero a su rey, Jorge V, y después a las otras naciones, que se acercaba una gran guerra, y que afectaría a todo el mundo, por lo que había que preparar los ejércitos y estar alerta. Su vaticinio, aunque no era errado, no fue entendido, y sólo fue tomado como una sobreexaltación del patriotismo que caracterizaba a Kipling.

Pero la Primera Guerra Mundial estalló, y su único hijo hombre, John Kipling, tuvo que alistarse en el ejército. John murió a los 18 años, en la primera batalla en la que tomó parte, la Batalla de Loos, en el frente Occidental. La familia estaba consternada, no podían creer que ya habían sepultado a dos de sus tres hijos. Desde la muerte de John, y hasta su propia muerte, Rudyard comienza a desarrollar una úlcera gástrica. Con la rabia en la sangre por la pérdida de su hijo, publica artículos de guerra, recolectados en dos pequeños textos bajo los nombres de “El nuevo ejército en formación” (The New Army in Training) y “Francia en guerra” (France at War). Estos textos fueron censurados, por el contenido irónico en contra de las estrategias militares de la Triple Entente.

En el año 1917, y con la muerte de su hijo todavía en la cabeza, se une a la War Graves Commission, comisión establecida en 1917, que se encargaba de tramitar la llegada de cadáveres de los combatientes, de enterrarlos con todos los honores correspondientes y de mantener las tumbas en lo sucesivo. En esta labor conoce personalmente y se hace muy amigo del rey de Gran Bretaña, Jorge V.

Entre 1919 y 1930 sigue publicando historias y cuentos, la mayoría con temas de la Primera Guerra Mundial, como la recopilación “Thy Servant a Dog”, una creativa serie de cuentos que consistía en la vida de una familia campestre inglesa, vista desde el punto de vista de los perros de la familia. Este es el último trabajo creativo de Kipling, ya que su última publicación, “Limits and Renewals”, es una especie de documento incriminatorio contra algunos escritores.

Finalmente, a consecuencia a una hemorragia interna, Joseph Rudyard Kipling muere, el 18 de enero de 1936, dejando un enorme legado de cinco novelas, más de 250 historias cortas y 800 páginas de versos. Considerado como «El escritor del Imperio», título que siempre lo halagó, y que lo acompañó incondicionalmente en sus últimos días de vida, quizás los ingleses nunca habrían sabido tanto sobre la vida colonial si este escritor no se hubiese inmiscuido un poco más en la vida de la considerada «una colonia más» del creciente imperio Británico.

Por lo ilustre que era considerado Kipling en Inglaterra y todo el Reino Unido, aparte de haberle brindado él a su imperio la gloria de poseer un Premio Nobel, y aunque a Kipling no le gustaban mucho los premios y honores, decidió, junto a su viuda, ser enterrado en la Abadía de Westminster, lugar reservado para reyes y reinas, y en donde actualmente descansan sus restos.

Se ha dicho que muchas de las más viejas ediciones de los libros de Rudyard Kipling tienen una sauvástica 卍 impresa sobre sus cubiertas asociadas con una imagen del dios encabezado por elefante hindú Ganesha, pero se ha desestimado la posibilidad de que Kipling fuera simpatizante del movimiento nazi que utilizaba la esvástica 卐 o cruz gamada (por la letra griega gamma Γ) cuyos brazos están doblados en sentido horario. Kipling empleaba la sauvástica basado en el significado indio antiguo de buena suerte y bienestar. Con los brazos en sentido anti horario, la cruz se denomina sauvástica y no esvástica.

Incluso antes de que los nazis subieran al poder, Kipling ordenó al grabador quitarlo del bloque de impresión para evitar que pensasen que él los apoyaba. A menos de un año antes de su muerte Kipling dio un discurso (titulado «Una isla indefensa») a la Real Sociedad de San Jorge, el 6 de mayo de 1935 advirtiendo del peligro de la Alemania nazi sobre Gran Bretaña.

3 comentarios:

  1. ¡¡¡¡¡¡exxxxcelente programa!!!!!!!!!!!

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  2. El Tipo Que Cree Que Lalo De Los Santos Está
    Vivo Y Atendiendo Una Bicicletería Miserable En
    La Zona Del Viaducto dijo...:

    ¿Alguien sabe por qué en las propagandas de
    toallitas femeninas el líquido utilizado en
    los "test" es siempre de color azul?

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  3. El Topo Gigio citó...:

    "Toda la verdad de la vida y de la hembra..."

    Era la primera vez que llegaba a mi lecho. Desnuda, bajo las sábanas, de aquella cama prostituida por todas las mentiras, temblaba en espera del milagro. Sus libros del Liceo esperaban esa tarde, entremezclados con su ropa interior tosca y simple. Su vientre tenía la curva suave, la línea de una ánfora. Tan perfecto que mi conciencia dilataba su profanación. Su piel tibia, de un color rosa-oro, que por primera vez se descubría a la vida, tenía la suavidad del raso. Suavidad de piel de niña...
    Yo recuerdo. Amante de la forma, me detuve azorado ante aquella...
    Si el destino me hubiera hecho escultor, yo hubiera reproducido aquel torso y la hubiera matado allí mismo para que ni el modelo pudiera deformarse. No eran sus ojos ni la forma de gacela de su grupa, ni sus labios inexpertos sedientos y húmedos... era aquel vientre que Fidias hubiera envidiado admirar.
    Vientre sobre el que mis besos depositaron su ofrenda, vientre que mis ojos no se cansaban de mirar, vientre que mis manos hubieran acariciado fielmente mil vidas.
    El deseo marcó inexorablemente el camino y yo penetré en él, con la timidez de un iniciado, con el temor de destruir lo bello e increíble del mundo. Y aún después, mucho después de haberla poseído, mis labios siguieron besándolo...
    Cuando ella partió, al intentar hacer mi toilette en el baño, un olor repulsivo, me rechazó. Llegué hasta el inodoro, levanté su tapa. Por un olvido, la verdad, toda la verdad de la vida y de la hembra estaba allí: sus materias fecales, sus excrementos, tibios quizás, despidiendo un olor nauseabundo...
    ¡Y yo los había besado, una y mil veces, cubiertos apenas por un milímetro de su piel! ¡Yo capaz de matar al que hubiera tratado de arrebatarme ese vientre!

    El amor tiene por altar la más inmunda de las cloacas y quizá por ello, la vida tenga sabor a albañal.

    RAÚL BARÓN BIZA
    (1869-1964)

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